Apareciste de la nada
reímos mucho,
fuimos conociéndonos poco a poco
los segundos, los minutos y las horas
se fueron como agua entre los dedos,
teníamos que separarnos,
Te despediste y de manera inesperada
me dejaste un grato recuerdo de nuestro primer
encuentro, besaste mis labios de manera
rápida, inesperada pero con una promesa
de un futuro encuentro...
Mis labios que estaban llenos de telarañas,
cenizos, como sin vida por la falta de esa
caricia tan importante y placentera.
Hoy mismo dibujan una sonrisa y
se sienten vivos otra vez, con la esperanza
de ser poseedores de tu labios y de tus besos...
Afrodita
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